

Tomás Munita fue seleccionado para participar en la muestra "Resiliencia: visiones de la fotografía latinoamericana actual", montada por PhotoEspaña en Madrid, entre junio y septiembre, por un reportaje de las islas guaneras de Perú, donde cientos de obreros trabajan 24 días al mes raspando, tamizando y filtrando el guano que depositan las aves sobre las rocas.
Para el primer trabajo que realizó para el Gobierno de Chile. Partió a Mozambique, en África, para recorrer las regiones de Maputo y Beira, en un viaje organizado por Unitaid, agencia global en la que Chile participa junto a 35 países que se unieron para combatir la malaria, la tuberculosis y el sida en ese continente.
La realidad de los contagiados con VIH que vio en Mozambique fue abismante. Se calcula que el 16 por ciento del país es portador, aunque las cifras podrían superar el 20 por ciento. "Si bien era una historia que debía ser contada con optimismo, porque se trata de una mejora, mis fotos no podían ser más tristes: niños con sida, huérfanos, gente muriendo en hospitales, pobreza, prostitutas desesperadas, un país que colapsa en su totalidad".
"Aunque suene raro, es un privilegio ser testigo de los dramas y las grandes desigualdades de nuestro tiempo. Uno tiene la responsabilidad de sensibilizar al espectador al otro lado del mundo, hacer entender que nuestras acciones tienen significado, como en este caso en que, sin saberlo, los chilenos estamos entregando medicina a personas que de lo contrario morirían".
Para Munita, la función de la fotografía es dar a conocer aquello que, por las distancias o por desconocimiento, pasa inadvertido. "Hoy más que nunca necesitamos saber qué les estamos haciendo al mundo. Podemos leer en las noticias casi insensiblemente cifras de gente sufriendo y de muertos y hablar de enemigos, pero es otra cosa cuando vemos lo que hay dentro de sus ojos. La fotografía tiene que ser un puente que una a las personas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario